Juan Martínez de Ripalda

N. 13 diciembre 1641, Olite (Navarra), España; m. 2 diciembre 1707, Madrid, España.

E. 20 septiembre 1659, Villagarcía (Valladolid), España; o. c. 1670, Santafé de Bogotá (D.E), Colombia; ú.v. 15 agosto 1681, Santafé.

Hecho el noviciado, pasó al Nuevo Reino en la expedición del P. Alonso de Pantoja en 1662. En el colegio-seminario San Bartolomé de Bogotá, estudió filosofía y teología (1678-1684), además de ser rector (1683-1684). Bibliotecario de la Universidad de Javeriana y procurador de provincia, dirigió en 1686 un memorial a Carlos II de España, defendiendo a la Congregación de Jesús de la imputación lanzada contra ella por el fiscal de la Audiencia, Fernando de Prado y Plaza, de querer soldados en la misión del Orinoco para «cuidar sus haciendas a costa del real erario». Desde 1687, regentó las cátedras de filosofía y teología en el colegio máximo y redactó su obra De usu et abusu doctrinae Sancti Thomae, en la que defiende a la Javeriana contra ala acusación de no enseñar la doctrina de santo Tomás. Elegido procurador del Nuevo Reino y Quito en Madrid y roma en 1695, no pudo partir hasta mayo 1698, por impedírselo el asedio de Cartagena pro la escuadra francesa al mando del barón de Pointis. Desde 1701, radicó en la corte de Madrid como procurador de Indias. Entre los logros de su gestión, deben citarse la licencia real para la fundación del colegio de Ocaña (Colombia, 1699); la concesión en pie de igualdad de grados académicos del colegio San Bartolomé con el de Nuestra Señora del Rosario regentada por los dominicos (1701); la presentación de un memorial para la fundación de un colegio en la ciudad de Santo Domingo (21 de septiembre 1704) y su memorial, quizá el más importante, sobre el paso de jesuitas extranjeros a las misiones hispanoamericanas (5 de julio 1702), los que concedió Felipe V por real cédula de 27 de junio 1703.