Hernando de Salazar
Cuenca, 1576 – Madrid, 4.X.1646. Jesuita (SI), escritor, cortesano.
Fue profesor en los Colegios de jesuitas de Murcia, Alcalá y Madrid y escritor de tratados teológicos; el conde-duque de Olivares lo escogió como confesor suyo y predicador en la Corte de Felipe IV. El padre general de la Compañía, Mucio Vitelleschi, le amonestó por haber utilizado sus influencias para enriquecer a sus parientes (1626). El Rey, que lo estimaba, lo propuso primero para obispo de Málaga (1629) y más tarde para arzobispo de Charcas (actual Sucre, Bolivia) y por último quiso que fuera promovido cardenal, pero tropezó con la oposición enérgica del general de la Compañía que consiguió bloquear estos nombramientos. Vitelleschi, con esta actitud, era fiel a los postulados de san Ignacio, que no quería para los jesuitas dignidad eclesiástica alguna.
De vida más cortesana que religiosa, se ingería en negocios políticos y económicos. Él se atribuyó la invención del papel sellado en 1636. Fue corresponsal de Rafael Pereyra y colaboró con él en su proyecto de escribir una historia de España. En 1639 pasó a vivir en una casa particular con todo el boato y la servidumbre de un arzobispo electo. Cayó en desgracia en 1643, juntamente con su protector, el conde-duque.