Juan Luis de la Cerda
N. 1558, Toledo, España; m. 6 mayo 1643, Madrid, España.
E. 18 octubre 1574, Alcalá de Henares (Madrid); o. c. 1558; ú.v. 9 agosto 1598, Madrid.
De la casa ducal de Medinaceli, C hizo sus estudios de teología en Alcalá y la tercera probación, aún sin ser sacerdote, en Villarejo (1587). Fue profesor de humanidades, retórica y griego por cincuenta años en Murcia (1590-1593), Oropesa (1593-1596) y Madrid, en donde tuvo entre sus discípulos a Pedro Calderón de la Barca, Francisco de Quevedo y otros escritores famosos, y cultivó la amistad de literatos madrileños, como Lope de Vega, lo que valió los ataques de los enemigos del poeta.
Como publicista se distinguió por la edición del salterio de Salomón y las obras de Tertuliano; pero mucha más difusión y renombre le alcanzaron las ediciones de la Gramática latina de Antonio Nebrija reformada, que una Real Cédula de 1598 impuso como texto obligatorio en la enseñanza y estuvo en uso hasta bien entrado el siglo XIX; el copioso beneficio económico se destinaba al Hospital General de Madrid, y más tarde a los de Indias.
Entre los humanistas europeos su nombre está asociado a los grandes comentaristas de Virgilio, tanto de las obras menores, como de la Eneida. Su abrumadora erudición, con frecuencia desmesurada, y su admiración sin límites por el poeta, superior en su juicio a todos los griegos y latinos, se combina con una visión personal, riqueza y amplitud de información, entusiasmo comunicativo y atención contante al alumno, con quien mantienen permanentemente diálogo en la mejor tradición humanista. Urbano VIII, como muestra de aprecio, encargó a su legado, el cardenal Barberini, enviado a Madrid, que no omitiese una visita al humanista. Su vida transcurrió piadosamente en el desempeño de sus obligaciones docentes.